Si actualmente estás trabajando en el campo del diseño habrás oído hablar de unas de las palabras que está en auge, ella es: Design Thinking o pensamiento del diseño, ¿qué significa?
¿Qué métodos emplea? ¿por qué todo el mundo habla de ella? Estas y otras preguntas las desarrollaremos en este artículo.
Una de las cualidades que siempre se le pide a buen diseñador es ser innovador en todos los aspectos;
en la estética de un producto, en encontrar nuevas funcionalidades a los objetos, en crear nuevas estrategias para negocios y así hasta el infinito. Pero sobre todo, lo que se nos pide es emocionar e impactar la sociedad de una forma positiva para poder vender los productos de las empresas donde trabajamos.
El pensamiento del diseño o Design Thinking se sitúa en la primera etapa del diseño donde tenemos que idear un servicio o un producto. Una de sus principales labores dentro de la empresa es encargarse de crear prototipos y hacer pruebas para, posteriormente, recoger el “feedback” de los usuarios y proponer soluciones de mejoras, reduciendo riesgos y aumentando las posibilidades de éxito sobre los productos testeados. El Design Thinking imagina un futuro lleno de posibilidades a través de la observación y la empatía con el objetivo de llegar al desarrollo final del producto.
Indice
¿Cómo se ha llegado a crear el Design Thinking o pensamiento del diseño?
Para ello tendríamos que hablar de unos de los padres del diseño industrial, Raymond Loewy (1893-1986). Un profesional del diseño con una larga trayectoria con algunos objetos mundialmente conocidos como el logotipo de Shell, objetos como la botella de Coca-Cola, el paquete de cigarros de Lucky Strike… su trabajo fue ejemplar para muchos diseñadores de la época. Las principales primicias que nos dejó para el diseño de los productos fueron:
- “Lo feo no se vende”. Todo objeto e idea tiene que tener una personalidad propia y añadir un valor añadido al mercado. A más simplicidad en los objetos, más atractivo le parecerá a nuestro usuario.
- “Lo complejo no se entiende”. Todo lo que sea superficial, ostentoso y que no aporte ninguna funcionalidad hay que eliminarlo. Priorizamos la funcionalidad a la estética de los productos.
- “Lo sobreespecificado es caro”. Dotar a un producto de múltiples herramientas, como es el caso de la navaja suiza, resulta caro. Hay que simplificar las funciones del objeto como más simple sea y más claro sea su función, más fácil será llegar al usuario final.
- “lo nuevo asusta” sobre todo el tema tecnológico. Es mejor adaptar o rediseñar un objeto existente a crear una pieza totalmente nueva que no exista en el mercado actual.
Y así empezó el pensamiento del diseño, basándose en estás primicias de R. Loewy y adaptándose a las necesidades actuales. Los mayores objetivos del Design Thinking son llegar a una funcionalidad tecnológica, una viabilidad económica y satisface las necesidades de las personas.
¿Qué valor puede aportar el Design Thinking a mi empresa?
El mundo evoluciona cada vez más rápido, estamos en constante evolución donde la empresa se tiene que reinventar e innovar continuamente para no caer en el olvido de los consumidores.
El pensamiento del diseño ayuda a optimizar, mejorar técnicas y sistemas que han funcionado durante muchos años dentro de las empresas y que ahora necesitan evolucionar para continuar dentro del mercado. Aquí es donde los Design Thinkers aportan nuevas herramientas a las empresas para innovar y proyectarse hacia el futuro.
Para poder progresar tenemos que salir de nuestra zona de confort y experimentar, ver más allá, nuevas posibilidades de negocios y explorar nuevas perspectivas de diferentes sectores o departamentos de la empresa. Por este motivo los Design Thinkers se rodean de un equipo multidisciplinar de todas las áreas de la empresa: ventas, producción, administración… para comparar diferentes perspectivas, entender las problemáticas de los productos y así llegar a comprender a la perfección al consumidor final.
¿Cómo diseñar modelos de negocio en un mundo en constante evolución?
Una de las herramientas más utilizadas y que más te pueden ayudar en tu nuevo o actual negocio es el “Canvas model” de Alexander Osterwalder creado específicamente para emprendedores. Este método te ayudará a adaptarte a las necesidades actuales del mercado.
El “Canvas model” es una herramienta que con ella visualizarás los problemas y llegarás a mejorar y solucionar los inconvenientes de tu producto o servicio. Nos puede ayudar en procesos de diseño, ideación para testear productos, logística de los objetos… para ello tenemos que observar, empatizar y ponernos en la piel de nuestro usuario. Así, crearemos una infinidad de ideas para poder seleccionar la más adecuada, crear prototipos para poder testearlos rápidamente y finalmente llegar al desarrollo del producto.
“Canvas model” utiliza preguntas y respuestas sobre nuestros productos o servicios, planteándonos diferentes soluciones para los problemas o inconvenientes de nuestro negocio. Estas son las preguntas que nos tenemos que plantear de nuestros productos o servicios:
- Quién: Este apartado hace referencia a todo lo relacionado con nuestro cliente ¿quién es mi target? ¿qué le interesa? ¿qué edad tiene? ¿cuáles son sus aficiones? ¿qué necesita?
- Qué: Es la propuesta de valor de nuestro producto ¿qué ofreceremos a nuestros clientes? ¿qué nos diferencia de nuestra competencia?
- Cómo: Cómo llegaremos a nuestro usuario. ¿qué recursos son claves para producir este producto o servicio? ¿Qué actividades necesitamos para llevarlo al mercado? ¿con quién desarrollaremos nuestra idea: fabricantes, logística…?
- Cuánto: Todo lo referente a gastos e ingresos de nuestro negocio ¿cuánto dinero necesito para desarrollar mi idea? ¿cuánto dinero me costarán los materiales? ¿cuánto costará el prototipo? ¿cuánto costará el producto en el mercado?
Contestando a estas preguntas fáciles sobre nuestro negocio o servicio podemos llegar a reducir costes, desarrollar nuevas estrategias de negocio, diseñar nuevas propuestas funcionales de nuestros productos… Nos proporcionará múltiples respuestas, con las cuales seleccionaremos las que sean viables económicamente, resuelvan funcionalidades tecnológicas y cumplan las necesidades de nuestros consumidores.
Dedicar una parte importante de nuestros recursos al Design Thinking nos ayudará a evolucionar y dar un empujón a nuestras ideas. Sea cuál sea tu sector, el pensamiento de diseño te impulsará y te mantendrá siempre dentro de la rueda del mercado.
¡Espero que este post te ayude a logar tus objetivos y sobre todo potencializar tu marca en redes sociales, te deseo éxito y no olvides darle like a mis redes sociales, comparte este post y suscríbete a mi canal!